Cuando se está embarazada las mujeres generalmente creemos que podemos continuar haciendo de “todo”, Sin embargo, no es así. Existen muchos cambios que afectan nuestros movimientos regulares y que pueden provocarnos un accidente o no caer en cuenta que llevamos un bultito de amor en nuestra parte delantera que sobre sale y que podemos lastimar.
Es muy importante que eliminemos la soberbia y nos convenzamos de que por el momento, habrá muchas actividades que no podremos realizar y tendremos que pedir ayuda para que otros lo hagan en caso de necesitarlo.
Tal es el caso de cambiar un foco. El simple hecho de subirse a una escalera, un banco o una silla puede ser tan peligroso que termine el accidente en tragedia. Evita subirte y exponerte tú y tu bebé.
No corras o camines rápido, puedes perder el equilibrio y caer. Tu centro de gravedad ha cambiado debido a la forma de tu cuerpo, ahora tienes que sostener un bebé que no está acostumbrada a cargar y por lo tanto puedes calcular mal tu equilibrio.
Ten cuidado al abrir puertas o cajones, puedes golpear a tu bebé. Tu cuerpo tardará en acostumbrarse a que tienen un bultito enfrente pero en lo que se acostumbra ese bultito se convertirá en un “bultote” que si no tienes cuidado puedes golpear con puertas, cajones o al doblar la esquina en alguna habitación de tu casa. No te sientas mal por golpearte o creer que lastimas a tu bebé, él está protegido en tu interior pero mejor muévete un poco más lento para evitar que algo grave suceda.
Antes abrías, con una mano, un cajón y con la otra batías el guisado de la estufa y no había problema pero ahora todo se te cae y no sabes porque. Tus reflejos están un poco lentos y hasta te puedes sentir torpe, es normal. No existe un por qué de la torpeza que algunas mujeres sienten, sin embargo, está comprobado que desaparece una vez que nace tu bebé. Ten cuidado con lo que cargas pues puedes tirarlo o derramarlo, si es algo caliente puedes quemarte gravemente. Si es algo pesado puedes tirarlo y lastimarte o lastimar a alguien. Evita las cosas muy pesadas ya que aunque sientas que puedes soportarlo, realmente puedes hacerle daño a tu bebé, y hasta provocarte un susto. Toma los objetos lentamente y asegúrate de que lo has cogido bien entre tus manos para poderlo transportar.
Ten cuidado con las estufas calientes o los burros de planchar, puedes quemarte la panza. Las fuentes de calor no son buenas para tu bebé.
Evita los zapatos de tacón muy alto o fino, tu equilibrio no es el adecuado en el embarazo puedes torcerte un tobillo o incluso caerte. Evita también las sandalias de tiras delgadas, los zapatos antiderrapantes, caminar sin zapatos y con medias o caminar en superficies mojadas.
Al manejar ponte el cinturón de seguridad y aléjate lo más que puedas del volante para evitar lastimar a tu bebé en caso de un frenón o un choque. Si no manejas, ponte el cinturón y lleva tu asiento lo más atrás posible para que en caso de que se lleguen a abrir las bolsas de aire por accidente no golpee tan fuerte a tu bebé. No pongas cosas sobre tu regazo o en el tablero pueden ser peligrosos y golpear tu abdomen.
Ten cuidado al bañarte, entrar o salir de la bañera, puedes resbalarte o no agarrarte bien, procura tener tapetes antiderrapantes tanto adentro como afuera de la bañera. Procura tener barandales de los que te puedas agarrar para entrar o salir.
La casa puede ser un lugar muy peligroso para una embarazada ya que puede haber cables mal pegados a la pared, tapetes que se deslizan al menor contacto, alfombras que se enrollan y forman un pequeño tope imperceptible, juguetes u objetos que no alcanza a ver la embarazada por el tamaño de su panza. Cuida muy bien que todo se encuentre en su lugar que no existan objetos que puedan hacer caer, resbalar o perder el equilibrio.
Si realizas algún deporte o ejercicio no te excedas, toma con calma tu actividad y con mucha precaución para evitar un accidente o que te “calientes” de más. Puede ser riesgoso. Platica con tu médico si autoriza tu actividad deportiva durante tu embarazo o con qué restricciones.
Duerme bien, duerme todo lo que puedas ya que muchos de los accidentes que sufren las embarazadas son por falta de descanso, muy importante durante esta etapa.
En caso de caídas
Si te llegas a caer es probable que tu bebé esté bien, debido al amortiguamiento natural que lo contiene que es el útero y el saco amniótico, sin embargo, si después de la caída, sientes dolor abdominal fuerte, tienes escape de líquido amniótico, sangrado, contracciones o disminución de los movimientos de tu bebé llama inmediatamente a tu médico, seguramente querrá revisarte y tomar medidas precautorias.
Artículo escrito por: Martha Aline De la Fuente
Mtra. Consultora en Imagen Pública