La Erupción Polimorfa Del Embarazo (EPE)
Durante el embarazo los cambios en la piel son muy comunes. Muchos de estos cambios son normales y no deberían confundirse con enfermedades de la piel. Los cambios hormonales, metabólicos e inmunológicos que tienen lugar durante el embarazo pueden producir alteraciones tanto en la piel como en las mucosas. Cuando se habla de dermatosis propias del embarazo en sentido estricto nos referimos a aquellas enfermedades dermatológicas con características peculiares y que han sido descritas mayoritariamente durante el embarazo o el postparto inmediato. Los problemas de la piel específicas del embarazo son: herpes gestacional, erupción polimorfa del embarazo, prurigo del embarazo y la foliculitis del embarazo.
La erupción polimorfa del embarazo (EPE) es el problema de la piel más frecuente del embarazo, se estima que una de cada 150 embarazadas puede padecerlo. Debido a las diversas formas en que se presenta esta enfermedad, se le han atribuido diferentes nombres que incluyen prurigo tardío, rash toxonémico y pápulas y placas urticarinas pruriginosas del embarazo.
La EPE se presenta habitualmente en primigestas durante el último trimestre del embarazo (preferentemente en el último mes, con mayor frecuencia en la semana 36) con lesiones de la piel que producen mucha comezón que desaparecen después del parto (la duración es de aproximadamente 6 semanas). Las lesiones pueden ser papulosas (elevaciones redondeadas de pocos milímetros de diámetro), preferentemente en las estrías (respeta el ombligo), placas urticariformes o bien lesiones alrededor de los folículos pilosos, no siendo infrecuente que una misma paciente presente simultáneamente lesiones de diferente tipo. De forma ocasional se pueden observar lesiones en blanco de tiro y pequeñas ampollas. La erupción, comúnmente comienza en el abdomen y se expande hacia los muslos y las nalgas. Ocasionalmente se extiende a brazos y tronco.
Este tipo de erupción es autolimitada, no presenta recurrencias en partos posteriores ni con la toma de anticonceptivos orales. El pronóstico tanto para la madre como para el bebé es bueno, siendo importante mencionar con respecto al sexo de los bebés que los hombres duplican a las mujeres.
La causa de esta enfermedad es desconocida, la localización de las lesiones en las estrías sugiere que este padecimiento debiera tener relación con la distensión del abdomen. Algunos autores han relacionada la presencia de EPE con existencia de embarazos múltiples, aumento de peso materno y aumento de peso del bebé. La desproporción en el sexo de los bebés de las mujeres con EPE a favor de varones sugiere que pudiera haber factores hormonales maternos que influirían en el desencadenamiento de la enfermedad. No se han encontrado alteraciones hormonales, ni hay mayor frecuencia con dermatitis atópica o afecciones alérgicas.
El tratamiento de la EPE es sintomático (para manejar la comezón) y consiste en cuidados generales de la piel, corticosteroides tópicos de potencia alta, así como emolientes y antihistamínicos sedantes. En casos más agresivos pueden utilizarse coricosteroides orales.
La valoración de un problema de la piel en una mujer embarazada conlleva a ansiedad debido al posible riesgo de afección tanto para la mamá como para el bebé, por lo que el papel del dermatólogo en el diagnóstico de certeza se hace cada vez más necesario.
Artículo escrito por: Dra. Bertha Alicia Ramírez Cooremans
Dermatología Clínica, Quirúrgica y Cosmética