La placenta previa puede darse cuando ésta cubre parcial o totalmente el cérvix. Sin embargo, puede ser común en las primeras semanas de embarazo y se da en 1 de cada 5 mujeres embarazadas. Cuando el embarazo sigue su curso la placenta puede acomodarse e ir subiendo conforme crecen el bebé y el útero. No genera, en la mayoría de los casos, ningún peligro ni en la mamá ni en el bebé; en el 95% de los casos el embarazo continua de manera normal.
Cuando se dice que una mujer tiene placenta previa es porque al final del segundo trimestre la placenta está tapando parcial o totalmente el cuello del útero.Este problema no es común ya que se da en 1 de cada 170 embarazos. Puede ser identificado por medio de un ultrasonido o porque la mamá ha reportado sangrado leve o abundante. Aunque existen casos en que se detecta aun cuando no se tiene ningún tipo de sangrado.
Si se sospecha de placenta previa no se recomienda tener exámenes físicos ya que puede provocar sangrados más intensos, por lo que generalmente se recomienda realizar un ultrasonido para determinar si se localiza placenta previa, el ultrasonido es muy preciso, sobre todo en la segunda mitad del embarazo cuando el útero y la placenta están agrandados. Es muy probable que el ginecólogo le realice ultrasonidos de manera regular para comprobar que la placenta se desplace de su lugar. En caso de que su médico no pueda atenderla en algún momento del embarazo o necesite ver a otro especialista, especifíquele que padece de placenta previa para que se eviten los exámenes físicos ya que éstos pueden generar sangrado. Es muy probable que también deba dejar de tener relaciones sexuales, coméntelo con su ginecólogo.
Cuando el sangrado es muy fuerte su especialista le recomendará adelantar el nacimiento por medio de una cesárea, esto si se encuentra en la semana 36. De este modo evitará una hemorragia severa. A veces el sangrado puede generar un trabajo de parto pretérmino, para ello su ginecólogo intentará detener las contracciones por medio de medicamentos adecuados a usted, en algunas ocasiones estos medicamentos también logran detener el sangrado.
La placenta previa puede generar que algunos bebés se presenten de nalgas por lo que es recomendable la cesárea. La ventaja de la cesárea es que permite dar a luz al bebé sin riesgo, el útero se pueda contraer y se minimice el sangrado.
Artículo escrito por: Dr. Carlos Armenta
Pediatra – Neonatólogo.