De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la definición de estilo de vida se refiere al conjunto de hábitos que nos permiten disfrutar de un bienestar físico, mental y social.
Por cierto, el estilo de vida influye además en tus sensaciones y emociones, por eso es importante cuidarlo. Principalmente, debes alejarte de todo aquello que perjudica tu cuerpo, tu salud y vitalidad.
Trata de mantenerte cerca de actitudes positivas y buenos hábitos, así evitarás el estrés, depresión y muchos otros impactos negativos. Tal vez te preguntes,
¿Qué factores intervienen en estos estilos de vida?
- La salud física: Habla sobre el buen funcionamiento del organismo y la ausencia de enfermedades.
- La salud mental: Se refiere a la ausencia de estrés, cansancio y ansiedad.
- La salud social: Son las relaciones que tenemos con otras personas y cómo participamos en el desarrollo de la sociedad.
Tener un buen equilibrio entre estos tres elementos, significa que tenemos un estilo de vida saludable por lo que no debemos descuidarlos.
Ahora que ya sabemos qué es el estilo de vida y entendemos los factores que intervienen en él, veamos cuál se ajusta más a ti:
- Saludable: Es por mucho el más completo de todos, combina buenos hábitos alimenticios, actividades físicas, actividades sociales y prevención. ¡No deja nada a la deriva!
- Sedentario: La gente que regularmente tiene estos hábitos, no goza de una buena salud física. Este estilo de vida los lleva a padecer dolores, molestias en los músculos y articulaciones. Si te sientes así ¡es momento de levantarte y reaccionar!
- Minimalista: Es el que siguen quienes se enfocan en tener lo más indispensable y no hacen un mal uso de sus recursos.
- Activo: Es aquel en el que las personas suelen hacer ejercicio constante, no parar de aprender, de viajar y realizar todo tipo de actividades.
- Eco: Es el que define a quienes tienen prácticas sustentables y son responsables con el medio ambiente.
¿Te identificaste con alguno o con varios? Si es así pero no estás a gusto ¡modifícalo! Siempre es bueno hacer algunos cambios para sentirnos mejor. Dale un giro radical a tu vida por dentro y por fuera. Puedes empezar por modificar tus hábitos alimenticios (siempre bajo las indicaciones de un profesional de la salud), reservar un horario para tu cuidado personal, comenzar una rutina de ejercicios -aunque sea en casa-, tomar cursos para aprender cosas nuevas.
Existen vitaminas y suplementos que pueden ayudarte a mejorar tu estilo de vida; bien dicen, que en la evolución está la solución.
Recuerda que hay un sinfín de posibilidades para lograr un cambio significativo ¡súmate a un estilo de vida saludable!
Artículo escrito por USANA
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