Muchas personas no tienen la menor idea de cómo acomodar su closet para que luzca tan perfecto como en los catálogos de vestidores, de las artistas famosas o como los de las boutiques. Sin embargo, no es tan complicado. Lo primero que necesitas es ganas de que se vea maravilloso. El siguiente punto para que lo tengas como sueñas es que tengas tiempo, y créeme, no bastan unas horas o un solo día para dejarlo impecable, necesitas ¡días!
Deberás de tener la disposición para eliminar lo que te ponías cuando estabas en la secundaria o deshacerte del suéter manchado con vino que te derramo aquel guapísimo chico que ya ni recuerdas su nombre. No es fácil deshacerse de las cosas pero toma en cuenta que de lo que no te deshagas se seguirá convirtiendo en un “guardapolvo” innecesario.
El primer paso es tener espacio para poner encima todo lo que vayas sacando del closet. Puede ser tu cama por lo que deberás de tenerla bien tendida para evitar que algunas prendas o accesorios se atoren en las sábanas mal tendidas.
Coloca encima de tu cama tu ropa por estaciones y ve desechando lo que donarás, venderás y lo que tirarás a la basura.
Separa lo de verano, lo abrigador, lo de la playa, lo deportivo, lo del trabajo, lo que usas todos los días, etc. De cada montón hazte las siguientes preguntas:
¿Lo usaste la temporada pasada? Sí, guárdalo. No, deséchalo, no lo volverás a usar.
¿Aun mueres por esa prenda? Sí, guárdala. No, deséchala, es probable que no la uses tan seguido o ya te haya cansado su uso.
¿Luces sensacional? Sí, guárdala, No, entonces no la volverás a usar. Solo usamos lo que nos hace ver espectaculares.
¿Favorece tu figura? Sí, guárdala. No, deséchala. Si subes o bajas de peso esa prenda no te ayudará en nada. Una prenda debe de ser exacta para tu forma de cuerpo, disimular lo que no te gusta y enfatizar tus mejores partes, si esa prende no lo hace, ya no es para tu closet.
¿El color te va? Sí, guárdala. No. Deséchala. Los colores que nos quedan nos ayudan a vernos mejor, a resaltar nuestras facciones, color de cabello, piel u ojos. Si no sabes si es el color que te favorece lee nuestro artículo y decide si esa prenda se queda o se va: http://www.sanayhermosa.com/2013/01/que-colores-te-favorecen/
¿Me siento yo misma con esta prenda? Sí, quédatela. No, deséchala. Si al ponerte esa prenda consideras que “sí eres tú” quiere decir que ese es tu estilo y la mayoría de tu ropa debería de ir por el mismo tipo de estilo, pero si no te siente segura con esa prenda y sientes que algo falta, sobra o no es tu “sello” no vale la pena conservarla.
¿Puedo combinarla en colores y prendas? Si, guárdala, No, deséchala. Si tienes colores con qué combinarla podrás verte siempre con ropa nueva. Si tienes otras prendas para crear diferentes opciones de vestir, es decir, puedo usar esa blusa con pantalón, con falda corta, falda larga, con jeans y hasta con una chamarra de piel, entonces vale la pena conservarla. Pero si no tienes como combinarle colores otras prendas o accesorios, entonces seguro que solo ocupara espacio en tu closet.
¿Puedo arreglarla? Sí, quédatela. No, deséchala. No guardes ropa con la esperanza de mejorarla si no se puede.
¿Tiene un valor sentimental? Considera que tipo de sentimiento te genera, si te hace vivir en el pasado procura que sea un recuerdo positivo, los sentimientos negativos de ningún modo favorecen ni tu closet ni ninguna otra parte de tu casa o de tu vida. Y revisa si lo guardas por un sentimiento positivo, no llenes el 50 % de tu closet con este tipo de prendas, solo guardan polvo y te quitan el espacio para nuevas prendas con nuevas aventuras que después recordarás.
Una vez que hayas separado toda tu ropa y accesorios para guardar vuelve a revisarla y a preguntarte las mismas preguntas en base a lo que dejaste. Lo que se quede en la segunda vuelta de seguro lo seguirás usando
Del montón para desechar sepárala en base a las dos siguientes opciones:
A la basura la ropa que esté: Sucia, rota, desteñida, maltratada, manchada o que ni la puedas reciclar para “trapo”.
Para donar o vender, aquella ropa que esté: descocida (cósela antes), sucia por falta de uso (lávala antes), que no te quede, que no te guste, que consideres pasada de moda, que no sea un color que te va, de un estilo diferente al que perteneces.
Existen varias teorías que dicen “que saques lo viejo para que entre lo nuevo”, y “que lo que no ti sirve a ti, para otros puede ser un tesoro”.
Artículo escrito por: Martha Aline De la Fuente
Mtra. Consultora en Imagen Pública.