Preferentemente no tenerlas en casa, aún con el permiso debido de las autoridades.
Nunca las escondas en el cuarto de los niños, tarde o temprano las van a encontrar. Esto aplica a cualquier lugar de la casa, siempre las encuentran.
En caso de que tengas una, desmantélala, que nunca esté cargada, colócale sus seguros de gatillo o colócala en una caja de seguridad. Siempre asume que está cargada, aun cuando tú mismo la hayas descargado.
Explícale a tu hijo que no es un juguete. Si empiezas diciendo NO sin explicación, llamarás más la atención y su curiosidad. Dile que puede causar mucho daño.
Nunca apuntes un arma hacia otra persona, ni jugando; menos frente a los niños.
No avientes, tires o juegues con el arma. Un arma no es un juguete, no la trates como tal. Tampoco es un símbolo de status social o de fuerza.
Si encuentras un arma en el piso, no la recojas ni dejes que los niños de acerquen. Busca la autoridad más cercana y da aviso.
Recuerda, sólo se necesita un pequeño error para crear un gran accidente.
Dr. Carlos Armenta
Pediatra – Neonatólogo – Mtro. Administración y Servicios de Salud