¿Qué son los Terrores Nocturnos?
Son esos episodios nocturnos en los que tu hijo se levanta desorientado, gritando, señalando cosas o llorando, no reconoce su casa o a sus familiares. No responde a órdenes sencillas, a diferencia de las pesadillas donde si pueden responder.
¿Tiene otras manifestaciones?
Sí. Haz de cuenta que lo acaba de asustar, es decir, va a respirar muy rápido, pupilas dilatadas, sudar y sentirás que su corazón se sale (taquicardia). Lo puedes encontrar erguido en su cama con los ojos bien abiertos.
¿A qué edad se presentan?
Generalmente a partir de los 18 meses de edad y pueden durar toda su infancia y desaparecer en la adolescencia. Se presentan entre el 1 y 6% de todos los niños. Se presenta igual en niños que en niñas.
¿Siempre son a la misma hora?
Generalmente sí. Se presentan al inicio de la noche, entre la primera y tercera hora de haberse ido a dormir o durante las fases 3-4 del sueño No-MOR.
¿Recuerdan lo que les pasó?
No. Esa es la diferencia con las pesadillas, donde si recuerdan el sueño.
¿Qué debo hacer cuando lo presenta?
No te preocupes, es muy frecuente en la niñez. No trates de razonar o dialogar con él, llévalo a su cama e inmediatamente se quedará dormido.
¿Debo despertarlo?
No. Puede en ocasiones atacar a la persona que lo está despertando. Llévalo a su cama tranquilamente.
¿A qué se deben?
Están muy asociados a episodios de estrés (problemas familiares o escolares) o simplemente a cansancio excesivo. Hay una teoría que dice que la sobre-estimulación visual (mucha TV, computadora o video juegos) tienen un papel más moderno dentro de las etiologías. También pueden deberse a episodios transitorios de hipoglicemia (baja de glucosa en sangre) y/o eventos de reflujo gastroesofágico. También se han visto en episodios posteriores a las apneas del sueño.
¿Cómo puedo prevenirlas?
Ya que suceden a la misma hora aproximadamente, despiértalo antes, aproximadamente 30 minutos. Esto romperá el ciclo de sueño presente y lo reiniciará sin que se vuelva a presentar al pasarlo a la siguiente etapa del sueño, donde no se presentan los terrores nocturnos. También si ves que su día fue muy emocionante o agitado, acuéstalo más temprano o deja que haga una siesta. No lo dejes usar mucho las pantallas (TV, computadoras, video juegos). Es muy recomendable poner horarios fijos de sueño, lo que aumenta las posibilidades de un sueño completo.
¿Y sin son muy recurrentes?
Deberás proporcionarle a tu hijo mayor comodidad y tranquilidad durante el día y justo antes de acostarse.
¿Es lo mismo que el sonambulismo?
No, son diferentes manifestaciones del mismo desorden del sueño.
¿Está asociada a enfermedades mentales?
En la infancia no. Cuando se presenta en adultos puede deberse a trastornos de la personalidad o mentales, y por ende, necesitan estudiarse.
¿Son hereditarios?
Aunque no se presentan en todas las generaciones, puede haber varios familiares con éste padecimiento.
Artículo escrito por: Dr. Carlos Armenta
Pediatra – Neonatólogo – Mtro. Administración y Dirección de Hospitales