Definitivamente, sí. Sí se puede romper la fuente, las membranas amnióticas o bolsa de aguas en público, sin embargo, es poco común. Que se rompan las membranas antes de que empiece el trabajo de parto solo se da en un escaso 15% de las embarazadas y de que eso suceda en público reduce aún más su porcentaje.
Debes de tomar en cuenta que cuando hay ruptura de membranas no va a salir una fuente de cientos de litros de agua por tu vagina, la realidad es que a menos que te encuentres acostada en público la salida de líquido amniótico será escasa. Existe el “efecto corcho” que consiste en que el niño cae sobre la salida del útero tapándolo y evitando que el líquido salga. Lo más que podrías llegar a experimentar es un goteo constante que bien puede ser controlado con una toalla sanitaria que puedes usar en los últimos días de tu embarazo para poder sentirte más segura de que ello vaya a ocurrir frente a desconocidos.
En el supuesto caso de que saliera mucho líquido y la gente que se encuentre junto a ti lo note, créeme, ni por un instante pensarán en juzgarte o hacerte sentir mal. Es muy probable que por el contrario, se acerquen a ti para saber si te encuentras bien o si pueden ayudarte de alguna forma, entenderán completamente que lo que sale de ti no es orina, comprenderán perfecto que tu bebé está dando señales para querer estar contigo. Acepta la ayuda que te brinden y llama inmediatamente a tu ginecólogo y a tu pareja o a quien consideres que se encuentre cerca del lugar en el que estés para que pase por ti. Si tu preocupación es que esto te suceda procura no salir sola cuando se acerque el gran día o procura llevar una tarjeta grande con los datos de las personas que te acompañarán el día del parto, o gente a la que se le pueda llamar en una emergencia. También incluye la dirección y teléfonos del hospital así como del ginecólogo encargado de tu embarazo. Agrega datos de tu seguro social o aseguradora particular en caso de que tengas que ser llevada al hospital y soliciten toda esa información. Procura que esa tarjeta sea muy visible en tu bolso o de fácil localización y que esté enmicada o cubierta con plástico grueso para que no se maltrate o se moje y se pierda la información.
Artículo escrito por: Martha Aline De la Fuente
Mtra. Consultora en Imagen Pública.
