La cuna más bonita no siempre es la más segura. No la coloques cerca de extensiones eléctricas, lámparas o cualquier objeto eléctrico conectado. Los cables deben estar enredados y sujetos en una altura donde un bebé no pueda alcanzarlos. Los barandales son lo más importante (distancia entre barandales de 6 centímetros como máximo y altura de 70 cms en su nivel más bajo).
Deben contar con mecanismo de cierre que no esté al alcance de los niños dentro de la cuna. Colchón que quede exactamente dentro de la cuna para evitar espacios donde pueda caber la cara o cabeza del bebé y provocar un accidente.
La mayoría de los colchones se hacen ahora con resortes interiores cubiertos de goma espuma y con una cubierta impermeable. No usar almohada hasta después del año o cuando su pediatra lo crea conveniente. Colocar protección interna alrededor de los barrotes para evitar golpes al dormir. Los bebés son muy inquietos y al dormir se mueven mucho y se golpean contra los barandales. Éste tipo de protección es acolchonada y se fija a los barandales. No usar acolchonamiento que no pueda fijarse a los barandales y pueda cubrir a un bebé (enrollarse). No ates artículos de un lado a otro en la parte superior del corralito, ya que el bebé podría enredarse y sufrir estrangulación. No coloque juguetes que puedan utilizar para escalar y treparse.
Dr. Carlos Armenta Pediatra – Neonatólogo – Mtro. Administración y Servicios de Salud