Coloca un seguro fuera del alcance de los niños y mantén la puerta principal siempre cerrada con llave.
Si la puerta tiene cristales, colócales una película plástica de seguridad para evitar que se astillen en caso de romperse.
Coloca calcomanías de colores a la altura de los ojos para que no corran a través de los ventanales.
La puerta del baño nunca debe tener llave colocada. Hay cerraduras especiales para baño que permiten que se abran sin llave en caso de emergencia.
Dr. Carlos Armenta
Pediatra – Neonatólogo – Mtro. Administración y Servicios de Salud