Aprovechemos la energía de renovación que todavía se siente en el ambiente para revisar nuestros cuatro espacios básicos:
Tu Espacio Físico.
Este espacio se refiere al cuidado de tu cuerpo. No solamente a la realización de algún ejercicio y a una dieta balanceada, sino también a tu imagen. ¿Hace cuánto que no te arreglas el cabello? Quizás sea un buen momento para un cambio de corte o de maquillaje o para probar diferentes estilos y colores en tu ropa. (visita nuestra sección Bellezacon muchos consejos para ti).
Atiende tu salud. Recuerda tu chequeo ginecológico por lo menos una vez al año, así como una visita al dentista.
Evita el cigarro y los excesos de alcohol.
Si te sientes enferma, no te automediques y ve al médico a la brevedad posible.
(Visita nuestra sección Salud)
Tu Espacio Emocional
Incluye sanar viejas heridas, es decir, cerrar capítulos de nuestra vida que estén abiertos. Aceptar las pérdidas y aprender a ver las ganancias ocultas. Si tienes ganas de llorar, llora. Si quieres reír, ríe a carcajadas. Si quieres gritar, grita. Permítete sentir tus emociones, para luego abrazarlas en el entendimiento de que son temporales y que te acompañan en tu humanidad. Existe gran variedad de terapias, si necesitas ayuda profesional, no dudes en buscarla.
(No dejes de leer nuestra sección Valores y Familia)
Tu Espacio Intelectual
¡Pon a trabajar tu mente! Leer, estudiar algún idioma, armar un rompecabezas, hacer operaciones matemáticas, jugar juegos de mesa, aprender a usar la computadora, etc. Lo importante es ejercitar tu cerebro y tu memoria.
Tu Espacio Espiritual
¡Tu conexión con tu esencia divina! ¿Cómo la cuidas? No me refiero a ninguna religión, sino al acto de sentirte unida a todo y a todos. Aquí puedes incluir la práctica de la meditación, que ayuda a disminuir los juicios y a expandir la conciencia de unidad. Puedes disfrutar simplemente de una puesta de sol, del cielo estrellado y maravillarte de la Madre Naturaleza. Existe una sacralidad en la Creación, ¿puedes sentirla?
Como mujeres somos pilares de la familia, sin embargo, es esencial que antes de dar a los otros, estemos en equilibrio. “Cuidemos de nosotras mismas, antes de cuidar a los demás”.
Artículo escrito por Vianey Lamas.
Escritora.
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