En México solo hay 51 escuelas especializadas para pacientes con algún grado de hipoacusia
En México radican alrededor de 38.5 millones de niños y niñas, de acuerdo con la información de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018 (ENADID)[1], tal como lo establece la Ley General de Educación[2] a partir de los 3 años tienen el derecho de iniciarse en la educación prescolar, a los 6 en primaria, 12 en secundaria y 15 para media superior.
Sin embargo, no todos los menores tienen acceso a una educación plena, debido a que el 11.3% presentan algún tipo de discapacidad auditiva; aunque ya cuenten con tratamiento como los audífonos e implantes cocleares o de conducción ósea, la barrera auditiva todavía puede hacerse presente y más aún con la reciente adaptación a las clases en línea.
Un niño o adolescente que presente algún tipo de pérdida auditiva, ya sea permanente o transitoria, se enfrentará a un déficit en desarrollo de habilidades cognitivas y del lenguaje que pueden afectar su proceso educativo; por lo que resulta importante señalar que, estos estudiantes pudieron no haber recibido un estímulo en su audición durante meses o mucho más, antes de haber sido tratados, por lo que esto representa que aunque su edad escolar sea la ideal, su edad auditiva lleva un retraso, de ahí la importancia de la detección temprana, interviene el Dr. Fernando Díaz Rojas, Director Comercial de MED-EL México.
Esta situación es un desafío para los estudiantes y para el sistema educativo actual, ya que de acuerdo con la Unión Nacional de Sordos México (UNSM A.C), solo hay 51 escuelas especializadas para pacientes con algún grado de hipoacusia[3]. A pesar de esta situación, los profesores pueden ser grandes aliados dentro del aula para identificar a un alumno con problemas auditivos o para integrar a estudiantes implantados a sus clases.
Algunas recomendaciones que pueden ayudarlos a identificar a estos alumnos
- Al llamarlos o solicitarles algo, no responde
- Tienen problemas para distinguir de dónde provienen los sonidos
- Requiere que se le repitan las indicaciones constantemente
- No cumple órdenes o malinterpreta instrucciones
- Cuando se emite una orden, voltea a ver a sus compañeros para imitarlos
- Pregunta “¿qué?” con frecuencia[4]
Sugerencias para la integración online
- Establecer la regla de que solo hablará una persona y poner en silencio los micrófonos mientras no se usen
- Levantar la mano para pedir la palabra
- Usar recursos visuales que apoyen lo que se dice; esto facilitará la comprensión de los alumnos con pérdida auditiva
- Como profesor trata de ponerte frente a la cámara y con buena iluminación para que ellos puedan leer los labios.
Es importante mencionar que cuando las clases se retomen, la dinámica en el aula será diferente y que el uso de cubrebocas o caretas puede dificultar que un paciente con implante coclear o de conducción ósea entienda por completo las sesiones, por lo que el uso de la tecnología puede ser una gran alternativa; actualmente existen collares inductivos, sistemas de conductividad que se usan por medio de celulares se conectan a los dispositivos implantados y con eso se facilita la comunicación entre el docente y al alumno.
La estancia escolar es una de las mejores épocas de la vida, los especialistas en MED-EL exhortan a los padres y madres de familia a estar pendientes de la audición de sus hijos para obtener una mejor calidad de vida, además de pedirles a los profesores que sean un apoyo en las aulas.
[2] INEE
[3] UNSM A.C
[4] MED-EL, 2018
Artículo proporcionado por: MEDEL www.volveraescuchar.com
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